Creció, tan sólo,
para ver lo que había
al otro lado.
Entre tu pelo
anidan, juguetonas,
gotas de lluvia.
En ocasiones,
la ficción es más real
que la realidad.
Lo prescindible
va desapareciendo,
dejando hueco.
-Doctor, no estoy bien.
-¿Cómo ibas a estarlo?
¡eres sólo amor!